Dedicatoria a la muerte

Dedicatoria a la muerte

Jugaré, coquetearé con ella
le escupiré la cara
haber si corta
con su guadaña
el bendito hilo dorado
y me deja al fin caer,
y cerrar los ojos
con los sellos de plata
respectivos para el viaje final.

Serás mi última amante
y te ahogaré con mi hiel
de la bilis derramada
por tu osadía en los míos,
en un beso te asfixiaré
para sellar la porfia
de tu boca y tu cuerpo.

Serás mi flor marchita, dama negra
la más hermosa de los campos elíseos.
Eternamente tocaré tu danza
solo para ver caer las plumas de tus grises alas,
que no se elevarán más
para limpiar el tiempo muerto del mundo.

Te imaginas un mundo sin vos,
sin miedo, sin tiempo, un caos.
Anti natura, el ciclo se rompió,
infinitamente sufriendo.
Solo tú el orden establecido,
la mayor justicia y aún así impar
innegable para los que nos ven partir
(si llegamos a esa dicha)
o sino ir a ti unitario, anónimo y triste.

Te amaré violenta, como eres
como la hiciste sufrir.
Te odiaré dulce y suave
como te la llevaste
lejos para siempre de mí.
Te abandonaré antes de llegar
al más íntimo y grandioso placer
con la misma indiferencia
y el mismo desconsuelo
que nos dejaste.

Espada de doble filo
que nos atraviesa a los dos,
retuércela, que queme la herida,
que sangre la pus de la venganza.
Quiero ver brotar mis vísceras,
mi agua de vida putrefacta
por tu garganta.
Será un placer verte primero partir.






22 de enero, 2015.


Somos Caos

Somos Caos

Son figuras, son sombras,
son realidades, mundos chocando
universos que se creen paralelos
e inconscientes se cruzan.

Forman su propio big bang
y cada vez un nuevo dios (un todo) nace,
para reverenciarlo
y ponerlo en su propio altar.

Y así mismo
se alejan, se separan
colapsando sus nuevos universos,
su dios, su pedestal, su destino.
Somos solo el caos;
el cambio, la única realidad.





Observando a las personas
bajo la luna llena
06 de enero, 2015.

Frío, Dolor

Frío, Dolor

Aunque sienta el frío
no sabré lo que es el frío,
aunque sienta el dolor
no sabré distinguir su punzada
en mis lágrimas.
Todo me está condicionado.

Qué haré para sentir
el verdadero frío
y el purificador dolor,
caer en un profundo abismo
sin manos salvadoras
que me han detenido hasta hoy.
Soledad sálvame, senténciame.

Y aún allí no es certeza,
o más bien la única certeza
será que no sentiré el dolor
y el frío pasado por tu corazón.

Cómo obligarme, cómo
a pasar tu frío y tu dolor
y que recorra mi ser entero
y apague mi ilusión.

Cómo obligarme, cómo
si partiste con ellos
a tu propia paz
que tal vez no sea la mía,
ni mi frío, ni mi dolor.

Cómo armarme de valor
para sentir el frío metal
al costado de la sien,
de la costilla (como destajando a un animal)
y penetre hasta el más hondo frío
y se lleve al fin el dolor.






Tomando un café
al sentir el frío del viento.
05 de enero, 2015.

El brindis del bohemio - Guillermo Aguirre y Fierro

El brindis del bohemio
(poema de amor y de amargura)

Brindo por la mujer
mas no por esa
en la que halláis
consuelo en la tristeza
rescoldo del placer desventurado
no por esa que brinda sus hechizos
cuando besáis sus rizos
artificiosamente perfumados
yo no brindo por ellas compañeros
no, yo no brindo por ellas
siento por esta vez
no complacerlos.

Brindo por la mujer
por la que me brindo su cariño
por la que me envolvió en sus besos
por la mujer que meció la cuna
por la mujer que me enseñó de niño
lo que vale el cariño verdadero
por la mujer que me arrullo en sus brazos
por la mujer que me dio en pedazos
uno por uno el corazón entero
por mi madre, por mi madre bohemios.

Por la anciana que piensa en el mañana
como en algo muy dulce y deseado
porque sueña tal vez
que ella me señala el camino
por el que volveré muy pronto a su lado
por la anciana, por la anciana dorada y bendecida
por la que con su sangre
me dio la vida ternura y cariño
por la que fue luz del alma mía
y lloró de alegría sintiendo mi cabeza en su corpiño
por ella, por ella brindo yo
dejad que llore y en lágrimas de flores
esta pena letal que me asesina
dejad, dejad que brinde por mi madre ausente
por la que sufra y siente que mi ausencia es un fuego que calcina
por la anciana infeliz que sufre y llora
y que en el cielo implora 
que vuelva yo muy pronto a estar con ella
por mi madre, por mi madre bohemios
que es dulzura vertida en la amargura
de mis noches negras
ella es mi estrella
por mi madre, por mi madre bohemios

Extracto del Poema 
"El Brindis del Bohemio"
de Guillermo Aguirre y Fierro





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