Un Café

Un Café

Hoy he probado el café
más amargo de mi vida
y al probarlo tenia tu aroma.
Café perfumado de sabor a ti
del sabor de tu incertidumbre.

Él lleva en su color tu aroma
él deja el sabor de tu perfume
debe ser mezclado por tus poros
al desnudo de tu cuerpo,
bálsamo pasado por tu
cabellera negra y tus hombros
que es lo que más recuerdo.

Casi paladeo la nostalgia
de esa noche, la música, el baile
y el velar de tu sueño.
Lástima de mí
de ser un cobarde
que te recuerda
en el aroma de un café
de sabor a ti.

Él es como tú, de doble aroma
al acercarlo a tus labios y sentir el primer golpe
el primer acercamiento tierno de lo inesperado
y al saborearlo, conocerlo, sentirlo
es degustar de nuevo el dulce de tu olor
y tu fortaleza y tu amargura
para quedar con la suave e imperceptible sensación
que dejas en mis sentidos.

De querer un poco más
que nunca termine el trance
la catarsis del paladear de tu aroma
en el tacto de los receptores del
ingrato trozo de músculo que es mi lengua,
no lo merece.

El último sorbo
con tu nombre en mi boca,
para sentir que te materializas
aquí justo a mi lado
y vertir el suave de su esencia
por tu garganta que será mi garganta
a reposar en mis entrañas, tus entrañas
donde al fin descansará tu recuerdo
con todo lo que en mi silencio ofrecí.

Por que hoy quiero dormir
con el último sabor de tu aroma,
no deseo otro olor,
otro sabor, solo tú
una última vez.







enero 2015.
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