El efecto carro de payaso

El efecto carro de payaso

Bueno compañer@s de baile y libación. Toca rematar hay casa y la jabita que nunca falta espera. Estamos listos a aplicar esa maniobra conocida para estos casos como "El efecto carro de payaso". Los más experimentados por favor se aceptan sugerencias. 

En fila once personas. Maletas a la cajuela. Tres hombres a la parte posterior del auto llevando tres mujeres en sus piernas. Al conductor nadie me lo toca, que viaje cómodo aunque se queje del pobre auto. Una pareja que lo acompañe al frente para que no se aburra y ayude a echar ojo de posibles vigilantes de tránsito nocturnos, de a pie a moto o patrulla, mejor conocidos como chapas. Y los dos descuidados a la cajuela con las maletas. Mejor uno no más para que no se agote el aire y el espacio. Y el otro ya tocó, encima de los que van en la parte posterior, la última pieza del tetris humano

En sus marcas listos bien puedan. Cuidado con los baches por favor, no queremos gente saliendo disparada por las ventanas.


Acaecido en una madrugrada del
sábado 03 de octubre, 2015.

Camino del Sector de la Mariscal,
mejor conocido como "La Zona" en la Plaza Foch
hacia el sector de "La México",
en la Avenida Napo.

Quito - Ecuador.

Vestidos de cola parada ...

Vestidos de cola parada

Vestidos de cola parada
y pezones en punta de escote.
El flequillo a ras de placer; 
estúpidos e hipnotizantes. 

Los perros muestran el hambre 
y ellas la carne del deseo. 
Iré mostrando los dientes, la presa 
y su turba colgando al hueso. 

Colgando irán los tacones con la botella, 
los cigarrillos derramando
gota a gota besos de volcán en ceniza. 

Y tú deslizando en los poros 
versos de encuentro y destino; 
conexiones ilusorias para tu inconsciente 
para explicarte el porqué 
de tu vejiga rota,
de tu vómito en el pelo,
de tu labial grafiteando la pared, 
de los besos de callejón.







septiembre 2015.

Yo no lo sé de cierto, pero supongo... - Jaime Sabines

Yo no lo sé de cierto, pero supongo...

Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
un día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)

Jaime Sabines
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