Linda,
hacia dentro de ti
aletea despierta
una paloma blanca,
y yo,
salvaje,
enorme,
atento,
malo,
le apunto con mi lanza.
Noche,
cierra los ojos
que voy a atravesarla,
a beberme su sangre
y a encenderla las alas.
yo caminé tu piel,
en ella me interné,
me la aprendí al dedillo.
En ella caí en éxtasis,
de nuevo volví en mí,
me di las vueltas
apaciguado a veces;
a veces desbocado,
lúcido a más no poder,
sonámbulo, enviciado,
ensimismado, entimismado,
con el tacto borracho,
viviendo en la candela.
Un día
cuando salía el sol,
por donde nunca,
con estos ojos
que han de hacerse tierra
yo vi como en tu piel
pastaban las palabras
Vaya a saber hijo mío
en que noche,
su madre y yo
le llamábamos,
no sé si fue una noche de junio
o una noche de mayo
estese seguro que fue de noche
y que un arco iris se hizo el
vientre de su madre,
estate seguro que te parió
el verdadero amor,
que una franja de luz latina
alumbró la noche luciérnaga
de cipreses en flor, hijo mío
vienes de entre otras cosas
de una travesura nocturna quiteña
que tu tío la canto
entonces te digo que vienes
con estirpe
con dulce de guanábana
fiero, pantera, hijuetreinta,
silueta, violeta,
la parra te canta
ningún predestinado serás,
tente seguro
que en tu frente de niño
está la arruga dibujada
de ese otro niño que a la misma hora
le queda pequeña su manito
para coger el cepillo
con que saca brillo una bota
así carajito mío
te quiero y tu madre mucho más
te quiere el agua, la acequia
te quiere el arbusto, te quiere
el Augusto,
te quiere la VIDA.
4-julio-1985
tu tata. (Gracias José por dejarme publicar el poema de tu papá)
Fui a las puertas del edén
y encontré todo muy bien.
Fui a la casa del prelado
lo noté muy preocupado.
Fui a la casa de un artista
lo encontré corto de vista.
Pasé cerca de algún hippie
sería, sería mufa o sería gripe.
Y entré a lo desconocido,
yo hice mi fina muerte.
Pasé por donde el doctor
nunca vi tanto dolor.
Pero el que mata o el que reina
tampoco la tiene buena.
Giran que giran los sin cabezas.
Giran que giran los sin cabezas.
Giran que giran los sin cabezas.
Baila, baila amiga mía
baila hasta empezar
que tu estrella está brillando
tienes que brillar.
Los asesinos están dormidos
ya reventaron naturalezas.
Giran que giran los sin cabezas.
Baila, baila amiga mía
baila hasta empezar
que tu estrella está brillando
tienes que bailar.
Los muy ladinos están dormidos
ya reventaron naturalezas.
Giran que giran los sin cabezas.
Buen día, día. Día, buen día.
Buen día, perro, mujer buen día.
Árbol buen día, señora buen día.
Buen día, hijo, hermano buen día.
Buen día, día. día, buen día.
Soy todos tus olvidos
y de todos tus olvidos
aparece mi alimento.
Aquí tu libertad, aquí tu intensión
apelmazada de ser pájaro,
aquí la piedra de tu risa,
aquí mi boca arriba y gritando, buen díaaaaa...
a todo lo que pasa,
yo soy el que da rota de tu paso olvidado
y aquel que te camina descalzo, entre tus pasos
nada sé no, nada sé, nada sé.
Buen día, día. Día, buen día,
Buen día, día. Día, buen día,
Buen día Sol, soles buen día,
tontos buen día, señora buen día,
Buen día agua, fuego buen día
buen día aire, luna buen día.
Juntos cavaremos hasta la superficie de la tierra.
Tu dolor es amor transformándose en mundo,
todo lo de buscar ya fue encontrado,
creciendo vengo desde antiguo informe
y una caja es tu cuerpo donde el dolor no cesa.
Embelésate ahora que estas vivo.
Este mundo era ya una loquería.
Vamos... adelante.
Traerás todo junto,
llanura y vegetal entrelazados.
Agua sobre fuego y fuego bajo tierra.
Sé bien que tus coros se pondrían
contentos.
Que suba lo que crece,
lo que se aparta, aparte,
lo que vino, se encuentre,
lo que se fue, se vaya.
Aquí voy yooo...
Él que río y rió
bajo y sobre las vertientes.
Aquí voy yoooooo...,
el que tentó al amigo.
Oíd, oíd, oíd, que hermoso río que sueña en ti
llamando, humano, humano, humano,
humano, humano, humano, humano...
El pensamiento corre,
el cuerpo baila.
Los ojos iluminan.
La voz llega y escapa.
¿Por qué trastocar la lozanía
que hay en tu alma?
Ah! El yugo.
Oh! La enfrascadora jornada.
Brindo contigo, Hölderlin.
Por lo gratis, la bendición etérea.
Y oíganse las manos serviciales.
La tarea del amor,
creativo y fraternal.
Hey! Y si hubieras contraído
compromiso con la muerte?
Y si hubieras muerto acaso?
Peleando o creyendo,
O intentando escaleras para atrapar las
espaldas del cielo?
Hubieras llevado gloria hacia allá, si
(hacia desde donde ya no se vuelve)
Pero también, habrías dejado fábula,
utopía y polvo
entre mis cofrades mortales.
Pobre eres si no llevas repletas las arcas
de tu corazón.
Idiota perdido aquel que no se reconozca en un
odio insensato.
Que imbécil no verá su pasión más
desjuiciada.
Y que clase de rico será
quien no lleve todo junto y en un solo puño
la psiquis y el latido de su pueblo.
¡He venido a mover y darle
marcha a la fanfarria!
me fecunda la música que tonifica
y cura.
Los poetas me acusan de deber ser
valiente.
Las artes para siempre,
las musas sin cadenas.
Como, huelo, duermo, río, bebo, juego, ando.
Me recuesto cara al cielo
y mi reposo goza en la paz de cada origen.
No Nosotros, regocijos del rocío sobre narices esplendidas,
¡No Nosotros!, elásticos celebradores de deseos,
¡No! ¡No Nosotros!, bravos Napoleones sin batallas,
el compromiso nunca a sido un balfaro para mi
¡No!, soy de aquí yo, poco, tenso y me quedo
para cantar y amar
desde un huerto manual en mis hermanos.
No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia
Defiendo lo que soy
Y no soy tan raro
Me apesta la injusticia
Y sospecho de esta cueca democrática
Pero no me hable del proletariado
Porque ser pobre y maricón es peor
Hay que ser ácido para soportarlo
Es darle un rodeo a los machitos de la esquina
Es un padre que te odia
Porque al hijo se le dobla la patita
Es tener una madre de manos tajeadas por el cloro
Envejecidas de limpieza
Acunándote de enfermo
Por malas costumbres
Por mala suerte
Como la dictadura
Peor que la dictadura
Porque la dictadura pasa
Y viene la democracia
Y detrasito el socialismo
¿Y entonces?
¿Qué harán con nosotros compañero?
¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos
con destino a un sidario cubano?
Nos meterán en algún tren de ninguna parte
como en el barco del general Ibáñez
donde aprendimos a nadar
Pero ninguno llegó a la costa
Por eso Valparaíso apagó sus luces rojas
Por eso las casas de caramba
le brindaron una lágrima negra
a los colizas comidos por las jaibas
Ese año que la Comisión de Derechos Humanos
no recuerda
Por eso compañero le pregunto
¿Existe aún el tren siberiano
de la propaganda reaccionaria?
Ese tren que pasa por sus pupilas
cuando mi voz se pone demasiado dulce
¿Y usted?
¿Qué hará con ese recuerdo de niños
pajeándonos y otras cosas
en las vacaciones de Cartagena?
¿El futuro será en blanco y negro?
¿El tiempo en noche y día laboral
sin ambigüedades?
¿No habrá un maricón en alguna esquina
desequilibrando el futuro de su hombre nuevo?
¿Van a dejarnos bordar de pájaros
las banderas de la patria libre?
El fusil se lo dejo a usted
que tiene la sangre fría
Y no es miedo
El miedo se me fue pasando
De atajar cuchillos
en los sótanos sexuales donde anduve
Y no se sienta agredido
si le hablo de estas cosas
y le miro el bulto
No soy hipócrita
¿Acaso las tetas de una mujer
no lo hacen bajar la vista?
¿No cree usted
que solos en la sierra
algo se nos iba a ocurrir?
Aunque después me odie
por corromper su moral revolucionaria
¿Tiene miedo que se homosexualice la vida?
Y no hablo de meterlo y sacarlo
y sacarlo y meterlo solamente
Hablo de ternura compañero
Usted no sabe
cómo cuesta encontrar el amor
en estas condiciones
Usted no sabe
qué es cargar con esta lepra
La gente guarda las distancias
La gente comprende y dice:
Es marica pero escribe bien
Es marica pero es buen amigo
Súper-buena-onda
Yo no soy buena onda
Yo acepto al mundo
sin pedirle esa buena onda
Pero igual se ríen
Tengo cicatrices de risas en la espalda
Usted cree que pienso con el poto
y que al primer parrillazo de la CNI
lo iba a soltar todo
No sabe que la hombría
nunca la aprendí en los cuarteles
Mi hombría me la enseñó la noche
detrás de un poste
Esa hombría de la que usted se jacta
se la metieron en el regimiento
un milico asesino
De esos que aún están en el poder
Mi hombría no la recibí del partido
porque me rechazaron con risitas
muchas veces
Mi hombría la aprendí participando
en la dura de esos años
Y se rieron de mi voz amariconada
gritando: Y va a caer, y va a caer
Y aunque usted grita como hombre
no ha conseguido que se vaya
Mi hombría fue la mordaza
No fue ir al estadio
y agarrarme a combos por el Colo Colo
El fútbol es otra homosexualidad tapada
como el box, la política y el vino
Mi hombría fue morderme las burlas
Comer rabia para no matar a todo el mundo
Mi hombría es aceptarme diferente
Ser cobarde es mucho más duro
Yo no pongo la otra mejilla
pongo el culo compañero
Y ésa es mi venganza
Mi hombría espera paciente
que los machos se hagan viejos
Porque a esta altura del partido
la izquierda tranza su culo lacio
en el parlamento
Mi hombría fue difícil
Por eso a este tren no me subo
sin saber dónde va
Yo no voy a cambiar por el marxismo
que me rechazó tantas veces
No necesito cambiar
soy más subversivo que usted
No voy a cambiar solamente
porque los pobres y los ricos
a otro perro con ese hueso
Tampoco porque el capitalismo es injusto
en Nueva York los maricas se besan en la calle
Pero esa parte se la dejo a usted
que tanto le interesa
que la revolución no se pudra del todo
A usted le doy este mensaje
Y no es por mí
Yo estoy viejo
Y su utopía es para las generaciones futuras
Hay tantos niños que van a nacer
con una alíta rota
Y yo quiero que vuelen compañero
Que su revolución
les dé un pedazo de cielo rojo
para que puedan volar.
NOTA: Este texto fue leído como intervención en un acto político de la izquierda en septiembre de 1986, en Santiago de Chile.
Mademoiselle Satán rara orquídea del vicio.
¿Por qué me hiciste , di, de tu cuerpo regalo
la señal de tus dientes llevo como silicio
en mi carne posesa del Enemigo Malo.
¿Por qué probó mi lengua el sabor de tu sexo
y el vino que en la noche destiló tus pezones?
¿Por qué el vello que nace de tu vientre convexo
se erizó para mí con nuevas tentaciones?
¿Por qué se hundió en mis labios tu lengua venenosa
y se hallaron tus ojos con un lúbrico signo?
Y cuando haces vibrar tu desnudez lechosa
pienso en que debes ser la hembra del maligno.
Si se adueñó este ídolo de mi alma hasta la muerte
y no tengo la culpa ¡oh San Antonio casto!
Yo que era niño aún y como el roble fuerte
dejé quemar mi vida sobre tu altar nefasto.
Yo la he visto desnuda ¡Señor!, ¡si, yo la he visto!
Tembló y quedose el alma eternamente muda.
Prefiero a ese recuerdo los tres clavos de Cristo,
la cruz, antes que verla en mis noches desnuda.
Señorita Satán, tú que todo lo puedes,
tus hombros, tu cadera que reclaman incienso,
tus suaves pies, tus brazos, son otras tantas redes,
tendidas hacia el pobre corazón indefenso.
Me diste el dulce gusto de tu boca, el turbante
martirio de tus muslos ceñiste a mi cintura,
y cuando fuimos presa del espasmo extenuante,
tu enorme beso fue como una quemadura.
Eres la hembra única, lo mismo en el reposo
que en el sexual combate, ¡Santa Orquídea del vicio!
Hasta cuando torturas con tu cuerpo oloroso,
no hay placer en el mundo que iguale aquel suplicio.
Satán, mujer que tienes un rubí en cada pecho,
tus verdes ojos lúbricos son siempre una asechanza,
tu desnudez que viene las noches a mi lecho,
para mi ciego olvido, es tu mejor venganza.
Tirada en el abismo
con sus menstruos carmín
depositados en el limo natural
con la precisión de besos.
Una damisela realmente celeste.
Vestidos de espumas dilatados,
corsés rosa,
adornos y teñidos.
Una mujer con collares
con ojos manuscritos
con pezones labiales y suaves
con sombreros de pétalos tan claros.
Una mujer dada a su propio mundo,
mundo que la deglute
y que le da los rayos.
Le da canastos con frutas e hijos,
miembros que la deshacen
y la vuelven a nacer.
Barriletes en azoteas,
ligustros blancos.
Yo río las palabras
yo lloro las mundanas muecas de la garganta
soltando sollozos vacíos
de lo callado, lo silenciado, lo sepultado.
Yo río las palabras
aquellas que ya no dicen nada
y joden la quietud de la implantada soledad.
Yo río las puntadas hilvanadas al papel
solo para ver sangrar su dolor
que ya no significa nada.
Yo río las palabras al más profundo sarcasmo
que se ahogan y naufragan huérfanas
en la punta de las gónadas
sin vientre fecundo.
Yo río las palabras
vibrando y rasgando con un cigarro sus cuerdas
solo para acallarlas.
Yo río las palabras,
yo lloro las palabras,
yo trago palabras atoradas,
yo respiro palabras,
yo en ira de palabras,
yo río palabras por no llorarlas.
Yo silencio palabras
al desnudo alboroto
de la cima de tu regazo
para gemir en él.
No tranquila me agarra por espasmos, y después se olvida el hueco del corazón, el viento que llena de frío las sábanas (si las tuviera).
No te preocupes aquí no hay nada que mancillar ni querer.
Apenas tu sexo me recuerda el deseo de la piel, (llenando el espacio) el mar entre tus piernas (sosegando su fuego), y el infierno de tus alas (danzando con los diablos del alma).
- Y que se puede aprender del miedo a la muerte, ¿A apreciar la vida?.
- Pues del odio y la revancha no has aprendido nada. Terco, eres terco como una mula.
- Y que tiene que ver la pobre mula con lo que paso. Esto nos incumbe sólo a los dos.
- Exacto a la pobre mula no le interesa nada de esto. Pero "esto" no solo nos tiene a nosotros como protagonistas y antagónicos.
- Ja, no me hagas reír. Que quieres decir con eso, ahora resulta que la muerte piensa y siente.
- La verdad no es eso, pero debes aprender y entender. Por ahora tuviste suerte.
- Nunca imaginé que la muerte creyera en la suerte, ahora si que me vas a hacer reír.
- Deja el sarcasmo y los insultos sutiles y dime por una vez en serio, a qué le tienes miedo por que a mí no es. Qué tienes miedo a perder si te quito tu insignificante vida, por que eso estoy segura que te quedo muy claro que puedo hacerlo cuando me plazca.
- Me imagino que quieres que diga, la verdad lo sé. Pero el problema es que así lo entienda o lo piense, si no lo siento no es real y deja de tener significado, al menos para mí. Sería solo engañarme y mentir a los demás.
- Claro como solo tú sientes, y a los que llamas tuyos que les parta un rayo.
- No te permito que hables ni de mí ni de los míos, que entiendes tú de lo que siento o lo que sienten ellos, si te la llevaste, si la hiciste sufrir, si la mataste lentamente y de la manera más cruel nos tuviste como espectadores en tu teatro de dolor. Le quitaste todo, nos quitaste todo.
- La verdad hasta de eso deberías haber aprendido algo pero tu dolor, tu irá, tu culpa, tu soledad y tu egoísmo, que si son reales, te tienen completamente ciego. Eres un desperdicio de vida definitivamente.
- Por lo menos en algo concordamos.
- No hay como contigo, qué decepción, realmente eres muy terco, estas encerrado en ti mismo y no distingues nada. O más bien si distingues y hasta se podría decir que lo aceptas, entonces cuál es tu problema.
- Ya te lo dije no siento, nada me importa.
- Te importa tanto todo que finges que nada te importa.
- Tal vez, pero como sea aunque parezca capricho. Me quede vacío, con ella se fue una gran parte de mi vida que todo parece gris, sin sentido, un sueño, todo lo que ha pasado después de su partida parece irreal, estoy sedado al mundo. Te quedas sin pasiones sin sueños solo dolor ansiedad deseo de muerte de revancha odio a la vida, y cuando crees que parece que estás superando la partida parece que es inverosímil sentirte así, hasta que regresas y aterrizas y te quedas sin nada absolutamente nada, ni siquiera queda el dolor que tenías y era tan real. Todo parece una fantasía, la peor pesadilla, no sentir nada. Por eso te digo que si no lo siento, aunque lo entienda, dejo de ser real.
- En eso tienes razón pareces un niño caprichoso que lo único que quiere jamás lo tendrá de vuelta.
- En eso también tienes razón lo único que quisiera es tenerla a ella aquí para abrazarla, sentir la fuerza de su perfume y su ser, verla reír, bailar, regañarme, escuchar su voz cuando cantaba, ver la tristeza de sus ojos. Solo la quiero a ella. Qué harías tú si te quito para siempre lo que más amas en el mundo. Acaso quien no se sentiría como yo.
- Ese es tu problema te tienes pena y nadie te tiene pena, a nadie le interesa. Solo supéralo.
- Cuanto odio esa frase "sólo supéralo" o aquellas parecidas: "la vida continúa", "el tiempo lo cura todo". No tienen ni puta idea lo que es perder o sentir que lo perdiste todo. Recurren a la bendita estupidez de deseo por la vida casi instintivamente, y ni siquiera es así por que de eso tampoco tienen idea.Cuán triste para uno darse cuenta que estabas atado a una persona y sin saberlo, que cuando parte se lleva todo . Y lo único que quisieras, es saber que respira, que cierra y abre los ojos a esta puta realidad. Así no la veas nunca más. Algo que sabes nunca se cumplirá y aún así te seguirás atormentando. Putas frases clichés y triviales que explican exactamente eso "la puta banalidad". ¿Y acaso el dolor y sufrimiento de uno es profundo?. Los sabes también banales, ya no sabes si empeoras o mejoras, por lo menos antes tenías las lágrimas tan básico saber reír y llorar. Ahora todo es una confusión. Todo es un sinsentido. Y tú vienes ahora y te atreves a cuestionar, a querer entender, a querer enseñar cuando tú sola hija-viuda de la vida sabes coquetear y atraer las moscas confusas a tu telaraña. Y si uno te insulta te recrimina tu espectáculo quieres ir aleccionando a los pobres insectos que rondan tu trampa.
- No, ya no digas nada, por ahora creo que hemos terminado.
Y partió, salió hacia las selvas
dejando atrás estelas
buscando refugio
para la parte más pequeña de ella
en el seno de un río y de la abuela.
Largo viaje para sus doncellas
hacia la fiesta, los bufeos,
las danzas y la algarabía.
Fuera de la ley de la ciudad hambrienta.
Regocijante descanso.
Y ella regresará o
sucumbirá también a la fiesta,
la lluvia y su selva,
el misterio y sus leyendas.
La seducción de un bufeo
entre sus piernas.
Danzará bajo truenos
en la asfixia del calor
de un caimán encima de ella.
¿Regresará a mí
y nuestra noche?.
¿Será de nuevo mía
y de nuestra danza?
¿Nos cobijará de nuevo la oscuridad
y nuestra luz en el placer?
¿Siempre bajo techos encandilados
de piedra y cemento
nuestros gozos?
Si es así no,
no regreses mi perla.
En arrebato del mejor goce
yo partiré también a la selva.
Haremos el amor bajo las copas supremas.
Buscaré la perla de tus senos
entre tus piernas,
buceando tu río.
El delfín y el Caimán
sucumbirán de envidia
cuando sobre la piedra
te haga una vez más solo mía.
Tendremos nuestra propia fiesta.
Haremos nuestros mitos y leyendas.
La dama, la sirena del río
traída desde la ciudad de piedra.
El deslucido-loco-vagabundo
buscando su concha y su perla.
El bosque-selva-húmedo que los acogió
y brindó sus ojos de centella.
Para hacer el amor sobre musgos
encima de copas arbóreas
debajo de ríos enardecidos
a la vista de la ternura de la naturaleza.