Declaración tardía

Declaración Tardía

A veces la palabra escrita es más fácil para decir cosas que el titubeo y los nervios no permiten expresar. No es la manera de decirlo, a pesar de ello y sus desventajas imaginaré que veo tu figura e intentaré hacerlo, aunque aún no tenga claro lo que escribo o por qué lo hago.

O tal vez para aclarar las circunstancias y revelar los desenlaces. No me gusta que lo dicho quede en el aire y tener que olvidarlo, y peor aun las cosas que he expresado, porque han sido mis ilusiones, mis deseos forjados en una persona tan especial y que van más allá de mí, es lo que siento.

No puedo soportar encontrarte y verte e imaginar que nunca dije nada. No puedo soportar mi comportamiento, y aún así lo hago.

Porque desde aquel día, te he pensado tanto, y ahora quiero resolver estas dudas simplemente con una inquietud, que creo queda sobreentendida. Si no la respondes, lo entenderé y veré nacer una amistad,  y daré muerte a la agonía de este sentimiento; si por lo contrario la respondes, solo tú podrás decirme porque.



Escrito en Marzo del 2009 
para una persona especial 
con quien no pudo ser.

Nunca más

Nunca más

Existen dos tipos de cegueras: 
aquella en la que nos tapan los ojos y 
aquella en la que los cerramos.

No más ojos cerrados
ni bocas calladas
ni manos caídas
ni mentes ociosas.

No más ojos vendados
ni bocas amordazadas
ni manos atadas
ni mentes idiotizadas.

2013.


Libros Origami

Libros Origami

Imagen tomada de Wikipedia.

Algunos libritos de Origami para aquellos que gustan de este increíble arte.

Robert  J. Lang

Otro Autores 

  • Przedmowa. Origami Papierowe Zoo. Mediafire

El juego en que andamos - Juan Gelman

El juego en que andamos

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
Juan Gelman
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