Batalla Perdida

Batalla perdida

Perdido, sombrío, yo,
en mis pensamientos;
ira es mi incertidumbre.
Grabado tu nombre en cada recuerdo.
Algo cambió, en quién, en mí
no lo reconozco,
qué es diferente, tú.

Buscas la llave perdida
oculta en tu interior
no la encontrarás en nada
no hay motivos,
ni lugares, ni acciones
que cambien lo que sientes
perdido en tu propio mundo,
desubicado.
Bienvenido al caos
perdiste el control
solo tienes palabras
viento, humo y nada más.

Cobarde, acéptate cobarde
no te lanzarás al abismo jamás
no eres capaz de caer
y aceptar el riesgo
sin ninguna protección.
Estréllate contra las rocas
que despelleje el frío tu piel
mientras te veo gritar
o ni siquiera de gritar eres capaz
solo silencio, eso eres
tu excusa perfecta para
no vivir ni morir.
Destroza las piedras
al sentir su cortante punzada
que atraviesen tu corazón,
tu pulmón, tus cobardes pensamientos.
Que los lobos devoren
tus restos putrefactos
y los buitres dispersen tus entrañas
con todo lo que un día fuiste
cobarde para vivir y morir
por lo menos ellos
aprovecharán la muerte de tu carne.

Sellas tus recuerdos
huyes a tus sueños
tristes que ni siquiera
los logras traer al presente
endeble, tonta, inútil y burda defensa
el mundo está aquí para enfrentarlo,
¡Despierta cobarde!.
Afila tus armas, si crees tenerlas.
ven a enfrentarme
acepta tus impulsos
te invito a sentir la muerte, a renacer.
Acepta el reto
insulso de versos tragicómicos
son solo tu verdad
no pertenecen a nadie
se perderán como tú en mi daga
como tu sangre seca
para ofrendar el sepulcro de ella.
Tú no la amaste
ni siquiera eres capaz
de luchar por ti,
tus anhelos, tus ideas.

Dónde está tú música,
tus cigarrillos, tus caminatas, ella.
Dónde tus letras, tus libros enmohecidos
aquí estás solo tú
nada más te servirá.

Levántate cobarde
al primer golpe has caído
a besar el lodo
y crees glorificarte por el dolor
y quieres huir.
Ni pena me da de verte así
no hay nada en ti
que valga la pena,
sombría mirada de confusión
que piensas, nada
absolutamente nada que rescatar.
Manos torpes, ni tus armas
sabes empuñar
inmundicia egoísta
incapaz de seguir un poco más,
ni por los tuyos.
No te preocupes
yo los enviaré junto a ti
ellos seguramente darán mejor lucha
no llorarán de impotencia
por lo menos gritarán.

Mírame a la cara
levanta la frente
porque así es como debemos partir
antes de darte la estocada final
mírame, tengo algo que decir
porque un cobarde que no da lucha
no sirve ni para trofeo
solo como carroña para los perros.
Mírame a la cara
que te arrebataré todo
soy el soplo de vida, la parca,
la esencia de todo, la huesuda muerte,
tu anhelada libertad,
tu soledad, su compañía,
el todo, la parte y la nada,
el que te ganó la batalla, soy tú.
Levanta la cara
para reflejar tu partida en mi mirada
y decirte que vales menos que nada.







19 de febrero, 2015.

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