Método para destruir un gran amor - Abdón Ubidia

Método para destruir un Gran Amor

Amiga, amigo: si usted ama está indefenso. El ataque proviene de usted mismo. De adentro. Créanos: no podrá defenderse. El mundo lo arrollará. Un enamorado no existe. Ha perdido su unidad. Ha perdido sus límites. Está disuelto, disgregado en el aire. No sabe dónde empieza y termina lo suyo. Ha dejado de ser un sujeto.

El amor es una enfermedad mental y usted está enfermo. Usted comete locuras y se ufana de ellas. Tiene la sensación de estar “dentro de” y no “fuera de”: conclusión: no puede tener un conocimiento objetivo de las cosas. Conclusión: usted ha perdido el mundo.

Es doloroso decirlo pero la única manera de recuperarlo es recurrir al odio. Porque el odio es una forma de conocimiento. El odio impone distancias, asigna límites, define. No hace concesiones. Exterioriza. Expulsa de las almas apasionadas los fantasmas más inasibles y los vuelve objetos. Objetiva.

Cuando usted ama no puede saber dónde termina su yo y empieza el del Otro. Eso le obliga a omitir toda serie negra de datos que sus ojos enamorados no quieren ver: los pequeños y grandes defectos, las fealdades, las imperfecciones. Si ama, en usted sólo opera una serie áurea: la belleza que usted fabula y necesita: el agua que inventa para su sed. Porque todo enamorado siempre sueña su amor. Convénzase: el odio es el despertar del amor.

La receta para alcanzar el odio es una: piense usted en la serie negra de recuerdos que, muy a su pesar, quedaron en su corazón; lo que perdonó, lo que pasó por alto: busque en su memoria todas las fealdades, las torpezas, las cobardías que pueda recordar. No tenga piedad. Usted es un asesino. Un asesino laborioso. Usted está matando un gran amor. Y un asesino no puede tener piedad.

El resto lo hace el tiempo. Un día, usted habrá recobrado su unidad. Volverá a tener un cuerpo suyo. Una conciencia suya. Una mente lúcida. Un lugar real en el mundo. Será capaz de decir opiniones de este tipo: “todo amor es narcisista: uno se ama a través del otro”. O: “Toda pasión es el encuentro de dos fantasmas” O: “Quien ama se fabula y engalana para otro que también se fabula y se engalana para uno”. O: “La pasión es la salida irracional de una razón que se asfixia”.

En ese día el odio y el amor se habrán aniquilado mutuamente. Y usted será el único vencedor de esa batalla. De pronto. De pronto usted estará “fuera de” y no “dentro de”. Volverá a ser un sujeto. Habrá recuperado el mundo.

No podrá creerlo. La felicidad de la razón será suya. Y aceptará el amor apacible y fiel, y hasta el tedio o la soledad, como formulas válidas para eludir el sufrimiento. Y la pasión habrá dado paso a la sabiduría. Y los días vendrán. Y usted envejecerá dulcemente. Y así, implacables, las bellas dunas del desierto borrarán todos los espejismos.

Abdón Ubidia
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