Y...

Y...

Y te alegras de que no existas en el mundo
porque sabes que a nadie le importa
y te dejan solo con tus penas
porque no tienes a quien acudir.

Y lloras en el hombro más cercano
sin darle alguna explicación
Y vives sin vivir, intentas conducir tus sueños
pero la melancolía gana y te rindes sin luchar.

Y sonríes y finges ser más
ocultando dolor en el corazón
y has caído humilado
porque no te quieres levantar.

Y dudas de lo que eres
y lo que sientes
y buscas amigos en la soledad
pensando que el silencio te calmará.

Y gritas al Universo
sin abrir los labios
y tu pena se hace secreto
con gran agonía y sufrimiento.

Y el amor es solo una palabra
 no más que la verdad
y de nuevo sonríes y te consuelas
sabiendo que el mañana no existirá.

Y caes en el más profundo silencio
que es tu tumba, tu remedio
y miras a la muerte como única amiga
la que te tiende la mano, la que otros te negaron
la que el dolor no siente, la que acabará con tu pecado.


Una tarde del 2004
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