Enfermedad
No te puedo abrazarte sofocas.
Cuanto odio esta enfermedad
y su solución
asesinas las dos,
no te dejan ser la misma.
Ella te mutila
el vientre (la matriz)
los senos (el néctar de vida)
y acaso ya no eres mujer
solo falta que te mutile el corazón.
Solo puedo acariciar
las manos y los pies
de tu tez fría.
Contemplar tu sueño
y apenas acariciarte
intentando consolar
tus sollozos
y las lágrimas que trago
profundamente.
Como nos acerca
y nos aleja a la vez.
Te ves tan tranquila
que piensas
que pensamos
tal vez confluyan
en ese silencio
en las cosas que no mencionamos
en ese miedo que callamos.
Cuanto odio la espera
las salas
los resultados
como amo la respuesta final (tu vida)
cuanto odio de nuevo volver a empezar (por qué de nuevo, por qué).
junio 2014