Extraña Risa
Reí anoche, reí para aturdirme,para engañar mi lóbrego fastidio
y una copa bebí para olvidarme
que inútilmente para nada lidio.
Y reía la anómala, imprecisa,
impersonal y turbia carcajada
de aquel en cuyos labios la sonrisa
en mueca se troncó desesperada.
Reía... cuando mis lágrimas pugnaban
por nublar mis pupilas orgullosas...,
y reí como ríen los felices
que en el alma no esconden cicatrices
ni han sufrido tragedias dolorosas!
Y reí esa risa cavernaria
que anhela ser caricia y es rugido
para engañar esta comedia diaria
que reclama la calma del olvido.
Mi risa fue un paréntesis piadoso
en esta lucha estúpida sin premio
donde no brilla nunca el alborozo
en el enfermo corazón del poeta,
neurótico y bohemio.