Para mi padre

El pan del día

Viene bajando el obrero
sus pasos ya son de muerto
su familia ya lo espera
con los pesos para la cena.

Viene bajando la brisa
acariciando sus manos francas
las luces blancas reflejan
la seriedad de su rostro

La calle vacía acoje
su cuerpo mudo
la lluvia negra
se lleva todo / lo limpia todo.

Tierno reflejo en su ojos
su labios partidos rezan
esperando el milagro en vida
que complete el pan del día.

Dulces brazos que reciben
su cuerpo marchito riegan
con lágrimas de tierna vida
a quien sus manos persinan.

Donde hay que luchar
por quién trabajar
nunca faltará
el pan y calor del hogar / el pan y el amor de verdad.

 


Febrero / 2013 
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